
¡Estados Unidos se pone el sombrero de jefe del G20 por un año entero! Desde este lunes, asumieron la presidencia de las 20 economías más grandes del mundo, y el Departamento de Estado ya soltó su plan maestro: impulsar el crecimiento económico como si fuera una oferta de Black Friday.
El enfoque, según su comunicado, tiene tres ingredientes estrella para “liberar la prosperidad”. Primero, cortar las cargas regulatorias, porque nada dice “libertad” como menos reglas que en un juego de Monopoly casero. Segundo, desbloquear cadenas de suministro energético asequibles y seguras, que suena a querer gasolina barata sin dramas de película de acción. Y tercero, ser pioneros en nuevas tecnologías e innovaciones, como si planeasen inventar el próximo TikTok, pero para la economía global.
Parece que EE. UU. quiere convertir el G20 en una especie de taller de start-ups, donde las ideas locas y los recortes de burocracia sean la moneda del día. ¿Será este el comienzo de una revolución económica o solo un PowerPoint bonito para las cumbres internacionales? Imagínate a los líderes mundiales discutiendo blockchain mientras piden pizza por delivery.
Mientras tanto, el resto del mundo observa con una mezcla de curiosidad y escepticismo. ¿Lograrán los estadounidenses que las cadenas de suministro fluyan como un meme viral o se quedarán atrapados en el tráfico de la geopolítica? Esto pinta más incierto que predecir el próximo trend en redes sociales. Solo el tiempo dirá si esta presidencia del G20 será un hit o un flop épico.
