
¡Atención, Cuba está bajo ataque… de mosquitos! Las autoridades confirmaron el lunes la muerte de 33 personas en los últimos meses por enfermedades como dengue y chikungunya, en una epidemia que ha picado a un tercio de la población. Estos bichos no discriminan, y la isla, ya golpeada por una crisis económica, está sudando más que en un carnaval sin ventilador.
La viceministra de Salud, Carilda Peña, soltó la bomba en la tele estatal: el dengue y el chikungunya están de fiesta en las 14 provincias, 43 municipios y 51 áreas de salud. De las víctimas, 12 murieron por dengue (7 menores de 18 años) y 21 por chikungunya (14 menores). Camagüey, Pinar del Río, Santiago de Cuba, Sancti Spíritus y La Habana son los epicentros de este zumbido mortal. Peña pidió proteger a ancianos solos y bebés menores de un año, como si fueran VIPs en un club infestado de plagas.
Aunque el gobierno fumiga calles y casas como si fuera una película de ciencia ficción, la situación es “compleja”. La crisis económica no ayuda: falta de medicinas, combustible y recursos hace que limpiar basura o reparar tuberías sea tan difícil como encontrar Wi-Fi gratis en la isla. El chikungunya, transmitido por el mosquito Aedes (el mismo del dengue y zika), deja fiebre, dolores y un sarpullido que dura más que un drama familiar.
Estos mosquitos son más letales que un villano de cómic. ¿Podrá Cuba ganar esta batalla o seguirán los zumbidos cobrando vidas? Esto pinta más feo que un verano sin repelente.
