
¡Buenas vibras desde Washington! La Casa Blanca se mostró el lunes más optimista que un influencer vendiendo un curso de autoayuda, apostando fuerte por un acuerdo que ponga fin a la guerra en Ucrania. Con las negociaciones entre Moscú y Kiev subiendo de temperatura, parece que hay luz al final del túnel de misiles.
Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca, soltó la perla en una declaración que destila esperanza: “Pienso que el gobierno es muy optimista”. Según ella, Donald Trump y su equipo están dándole caña al asunto como si fuera una maratón de Netflix, trabajando sin parar para que este conflicto pase a la historia. “Todos desean sinceramente que esta guerra termine”, afirmó, y no suena a pura diplomacia de cartón, sino a un deseo tan genuino como querer pizza un viernes por la noche.
Mientras las charlas avanzan, el ambiente en la Casa Blanca parece el de un grupo de amigos planeando una escapada épica, solo que en lugar de elegir destino, están tratando de evitar que el mundo se convierta en un videojuego de estrategia en tiempo real. ¿Será este optimismo un indicio de que las partes están cediendo o solo una estrategia para mantenernos pegados al noticiero?
Por ahora, Trump y compañía parecen tener un as bajo la manga, o al menos fingirlo muy bien. ¿Lograrán un acuerdo histórico o se quedarán en puro humo y espejos? Esto tiene más suspenso que un final de temporada en una serie de intriga política.
