¡El jaguar está despierto! Gustavo Petro, presidente de Colombia, respondió el martes con garras afiladas a Donald Trump, quien no descartó atacar suelo colombiano para frenar el narcotráfico. “No amenace nuestra soberanía, porque despertará el Jaguar. Atacar es declarar guerra, no dañe dos siglos de relaciones diplomáticas”, escribió Petro en X.
La tensión entre Bogotá y Washington está más caliente que un café recién colado. Trump soltó más temprano que cualquier país que produzca y venda cocaína a EE. UU. es “susceptible de ser atacado”. Ironizó sobre Colombia, diciendo que “está fabricando cocaína, tienen plantas y nos venden, lo cual agradecemos muchísimo”. Añadió en rueda de prensa: “No solo Venezuela”. Su ofensiva militar en el Caribe y Pacífico, con bombardeos que han dejado más de 80 muertos desde septiembre, tiene a Petro furioso, calificando las muertes como “ejecuciones extrajudiciales”.
Trump acusa a Petro de no hacer suficiente contra el narco, imponiendo sanciones financieras, revocándole la visa y sacando a Colombia de la lista de aliados antidrogas. Petro contraataca, diciendo que Trump calumnia y se entromete en la política interna, incluso influenciando las elecciones de 2026 para sacar a la izquierda. “Si un país ha detenido miles de toneladas de cocaína, ese es Colombia”, defendió.
Más cerca de Nicolás Maduro que de Trump, Petro rechaza una posible invasión a Venezuela, mientras Maduro insiste que los ataques a narcolanchas buscan derrocarlo. Esta guerra de palabras entre presidentes sube de tono cada día. ¿Será este el fin de una amistad histórica o solo un round más en este ring geopolítico?