
¡Alerta, Oriente Próximo! Estados Unidos acaba de sacar del garaje su última invención: un escuadrón de drones kamikaze que parecen sacados de una película de ciencia ficción barata. El Mando Central (CENTCOM) anunció este miércoles que el Cuerpo Especial de Ataque Escorpión (TFSS) ya tiene su base en la región, listo para hacer volar cabezas… o al menos, circuitos.
Estos juguetitos, apodados LUCAS (sistemas de ataque no tripulados y bajo coste), no son los drones que usas para grabar bodas. Tienen un rango extenso y operan de forma autónoma, lo que básicamente significa que son como adolescentes rebeldes con explosivos: no necesitan supervisión. El CENTCOM asegura que son “efectivos y baratos”, lo que nos hace sospechar que los compraron en una oferta de Black Friday militar.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, aceleró su compra y despliegue hace meses, y ahora el comandante Brad Cooper presume que esta innovación es una “disuasión” contra actores malignos. Traducción: “Miren nuestro enjambre de abejas robot letales y piénsenlo dos veces”. Estos drones son la nueva carta bajo la manga de EE. UU., diseñados para que los combatientes tengan herramientas de última generación más rápido que un delivery de Amazon.
¿Disuasión o provocación? Mientras el TFSS afila sus garras tecnológicas, uno no puede evitar imaginar a estos drones zumbando como mosquitos enojados en un picnic. Oriente Próximo ya era un polvorín; ahora, parece que alguien le agregó fuegos artificiales. Solo esperemos que no confundan un camello con un “actor maligno”.
