¡Atención, fans del Conejo Malo! El concierto de Bad Bunny en el Estadio GNP Seguros de la Ciudad de México está más revuelto que un grupo de WhatsApp familiar. La bronca empezó con el “DeBÍ TiRAR MáS FOToS World Tour”, que incluye un segundo escenario, “La Casita”, instalado en General B, donde cantará sus temazos más épicos. Pero no todos están contentos con este giro de diseño de interiores en pleno show.
Ocesa, la promotora detrás del evento, reaccionó al drama en redes sociales donde los fans se quejaron de que estos cambios arruinan la experiencia. Si tienes entradas en General A o Pits, puedes decidir: te quedas con el nuevo formato o pides un reembolso total, cargos por servicio incluidos. Eso sí, tienes hasta el 9 de diciembre para tramitarlo por Ticketmaster. La empresa insiste en que quieren que cada fan viva su sueño junto al artista, aunque algunos dicen que esto parece más un episodio de “Extreme Makeover: Estadio Edition”.
Hablemos de “La Casita”, la estructura que imita una casa puertorriqueña y que es el centro de la polémica. Diseñada por Mayna Magruder Ortiz y construida por Rafael Pérez Rodríguez con espuma, metal y madera, incluye una cocina-barra y muebles con puro sabor boricua. En el Coliseo de Puerto Rico, recreó las “paris de marquesina”, pero también desató un lío legal con Román Carrasco Delgado, un señor de 84 años de Humacao, que demandó al cantante en septiembre de 2025 por usar su casa como inspiración sin consentimiento claro. Ahora su hogar es un imán de curiosos.
¿Te quedas a bailar desde “La Casita” o pides tu devolución? Esto tiene más drama que un chisme de barrio. Bad Bunny no solo trae reggaetón, sino un pedacito de lío puertorriqueño al estadio.

