
Los acuerdos bilaterales de seguridad firmados por Ucrania con diversos países occidentales generan tanto expectativas como escepticismo respecto a su capacidad real para salvaguardar al país frente a la agresión rusa. Estos pactos, impulsados tras la invasión a gran escala iniciada por Moscú en febrero de 2022, buscan ofrecer garantías a Kiev sin la adhesión inmediata a la OTAN, un objetivo que sigue pendiente. Volodímir Zelenski, líder ucraniano, ha promovido estos convenios como un paso intermedio hacia una mayor integración en estructuras de defensa colectiva.
Hasta ahora, naciones como Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia y otros han suscrito documentos que incluyen compromisos en materia de armamento, entrenamiento y cooperación militar a largo plazo. Sin embargo, analistas señalan limitaciones inherentes: estos acuerdos no equivalen a las obligaciones mutuas de defensa estipuladas en el artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte. Una de las principales inquietudes radica en la sostenibilidad de estos apoyos, especialmente ante escenarios políticos cambiantes.
Por ejemplo, las elecciones presidenciales en Estados Unidos podrían alterar el panorama si Donald Trump regresa al poder, dado su historial de cuestionamientos al respaldo incondicional a Ucrania. Expertos como Mark Galeotti, del Royal United Services Institute, advierten que tales promesas podrían diluirse sin un marco multilateral más robusto. Además, la dependencia de Ucrania de la asistencia externa se ve complicada por fatiga donante en Occidente y presiones internas en países aliados.
Mientras tanto, Rusia, bajo Vladimir Putin, mantiene su ofensiva, explotando cualquier percepción de vacilación en el bloque occidental. Los acuerdos bilaterales, aunque simbólicos, no disipan del todo las dudas sobre si realmente blindan a Ucrania contra futuras amenazas, dejando abierta la necesidad de compromisos más vinculantes. En resumen, estos esfuerzos representan un intento de fortalecer la resiliencia ucraniana, pero persisten interrogantes sobre su efectividad a mediano plazo en un contexto geopolítico volátil.
