Las disputas entre el líder turco, Recep Tayyip Erdogan, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, han escalado tras la declaración de este último sobre el genocidio armenio ejecutado por el Imperio Otomano. Netanyahu hizo esta afirmación en respuesta a las críticas de Erdogan respecto a las operaciones de Israel en Gaza, donde el dirigente turco ha comparado las acciones israelíes con prácticas nazis. En un mensaje publicado en la red social X, Netanyahu expresó: «Erdogan, que comete genocidio contra los kurdos y encarcela a periodistas que se oponen a su régimen, es la última persona que puede predicar moralidad a Israel».
Además, agregó: «Israel, que observa estrictamente las leyes de la guerra, no aceptará lecciones de moral de Erdogan, quien bombardea aldeas kurdas en Turquía, su propio país, y busca invadir un estado vecino para crear un estado terrorista desde el cual atacar a Israel». Esta no es la primera vez que Netanyahu menciona el genocidio armenio; en 2018, ya había propuesto reconocerlo oficialmente en el Parlamento israelí, aunque la iniciativa no prosperó. El contexto actual se enmarca en las acusaciones mutuas entre ambos líderes, con Erdogan calificando a Netanyahu de «carnicero de Gaza» y comparando el trato a los palestinos con el holocausto judío.
Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía rechazó las palabras de Netanyahu, describiéndolas como «calumnias sin fundamento» y afirmando que tales declaraciones solo buscan desviar la atención de los supuestos crímenes en Gaza. Turquía niega categóricamente que los eventos de 1915 constituyan un genocidio, argumentando que se trató de una tragedia mutua durante la Primera Guerra Mundial. El reconocimiento del genocidio armenio por parte de varios países, incluyendo Estados Unidos en 2021 bajo la administración de Joe Biden, ha sido un punto sensible en las relaciones internacionales de Turquía.
Netanyahu, al retomar este tema, parece utilizarlo como herramienta retórica en el enfrentamiento verbal con Erdogan, intensificando las tensiones diplomáticas entre Israel y Turquía. Ambos países mantienen relaciones complejas, con acuerdos económicos pero desacuerdos profundos en temas como el conflicto palestino-israelí y las políticas regionales en Oriente Medio.