
El gobierno de Estados Unidos emitió una condena firme contra los recientes bombardeos rusos en la capital ucraniana de Kiev, que resultaron en la muerte de 18 personas. Estos actos de violencia, ocurridos el miércoles 27 de agosto de 2025, han sido calificados como una amenaza directa a los esfuerzos por lograr un acuerdo pacífico que Trump ha estado promoviendo en el conflicto entre Rusia y Ucrania. Según reportes de las autoridades ucranianas, los ataques involucraron misiles lanzados desde territorio ruso, impactando áreas residenciales y de infraestructura en Kiev alrededor de las 4:00 a.m.
hora local. Entre las víctimas se encuentran civiles, incluyendo niños y adultos mayores, con al menos 35 heridos adicionales que reciben atención médica en hospitales de la ciudad. Los daños materiales incluyen la destrucción parcial de edificios habitacionales y cortes en el suministro eléctrico en varios barrios.
Un portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos declaró que estos bombardeos no solo violan el derecho internacional, sino que también socavan las iniciativas diplomáticas en curso. «Los actos de agresión rusa contra civiles inocentes son inaceptables y complican el camino hacia una resolución negociada», afirmó el funcionario, destacando que tales eventos podrían prolongar el sufrimiento en la región. La condena se produce en un momento en que Trump ha intensificado sus gestiones para mediar en el conflicto, proponiendo conversaciones directas entre las partes involucradas.
Fuentes cercanas a las discusiones indican que Trump ha mantenido contactos con líderes rusos y ucranianos en las últimas semanas, buscando un cese al fuego y un marco para negociaciones a largo plazo. Sin embargo, estos ataques han generado dudas sobre la viabilidad de tales esfuerzos, con analistas sugiriendo que podrían ser una respuesta deliberada a las propuestas de Trump. Organizaciones internacionales, como la ONU, han expresado preocupación similar, urgiendo a todas las partes a respetar el alto al fuego informal que se había mantenido en algunas zonas.
En Ucrania, el presidente Volodimir Zelenski condenó los bombardeos como «actos de terror» y pidió mayor apoyo militar de aliados occidentales para defenderse. Mientras tanto, en Washington, legisladores de ambos partidos han respaldado la posición del gobierno, llamando a imponer sanciones adicionales contra Rusia si los ataques persisten. La Casa Blanca ha indicado que monitoreará de cerca la situación y coordinará con socios europeos para responder de manera unificada.
Este incidente se enmarca en una serie de escaladas en el conflicto, que ha dejado miles de víctimas desde su inicio. La investigación sobre los bombardeos específicos continúa, con Ucrania recolectando evidencia para presentarla en foros internacionales. Trump, por su parte, ha reiterado su compromiso con una solución pacífica, aunque ha advertido que la paciencia tiene límites ante provocaciones continuas.
