Un exagente de la dictadura chilena, identificado como Miguel Estay Reyno, fue detenido nuevamente por las autoridades solo un día después de haber salido de la cárcel donde cumplía una condena por violaciones a los derechos humanos. El arresto ocurrió el miércoles 27 de agosto de 2025 en Santiago, Chile, cuando Estay intentaba reunirse con familiares en un barrio residencial de la capital. Según informes de la Policía de Investigaciones (PDI), la detención se basó en una orden judicial emitida por un tribunal superior, que revocó su libertad condicional debido a evidencias nuevas sobre su participación en desapariciones forzadas durante el régimen militar entre 1973 y 1990.
Estay, de 72 años, había sido liberado el martes previo tras pasar 15 años en prisión por cargos relacionados con secuestros y torturas en centros de detención clandestinos. No se reportaron incidentes violentos durante el operativo, y el individuo fue trasladado a una comisaría para procedimientos formales. Un portavoz de la PDI declaró que la acción responde a testimonios recientes de sobrevivientes y documentos desclasificados que vinculan a Estay con casos no resueltos.
«Esta detención asegura que se haga justicia y previene cualquier riesgo para testigos», indicó el funcionario, agregando que se han fortalecido las medidas de seguridad en torno al caso. Abogados de derechos humanos han aplaudido la medida, argumentando que refuerza el compromiso de Chile con la accountability por crímenes del pasado. Estay, conocido también como «El Fanta» por su apodo en la época de la dictadura, formaba parte de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), agencia responsable de numerosas represiones.
Fuentes judiciales revelan que enfrenta ahora cargos adicionales por homicidio calificado, con una posible extensión de su sentencia si se comprueban las acusaciones. Su defensa ha anunciado que apelará la detención, alegando irregularidades en el proceso y problemas de salud del acusado, como afecciones cardíacas. Organizaciones de víctimas, como la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, han expresado satisfacción por el arresto, recordando que Estay evadió la justicia por décadas antes de su primera condena.
En un comunicado, afirmaron que este evento «cierra un capítulo pendiente y envía un mensaje contra la impunidad». Mientras tanto, el Ministerio de Justicia ha confirmado que revisará otros casos similares para evitar liberaciones prematuras. Este incidente se enmarca en esfuerzos continuos por parte de la justicia chilena para procesar a exagentes de la dictadura, con más de 1,000 condenas emitidas en los últimos años.
La investigación sobre Estay prosigue, con audiencias programadas para las próximas semanas, y se espera que involucre peritajes adicionales para corroborar las nuevas pruebas. La sociedad chilena sigue atenta a estos desarrollos, que reviven memorias de un período oscuro en la historia del país.