El primer ministro de Francia, Michel Barnier, ha llamado a los líderes de los principales partidos políticos a una cita crucial este viernes, con el propósito de buscar respaldos antes de someterse a una moción de confianza en el Parlamento, en el contexto de la persistente inestabilidad gubernamental. Barnier, designado recientemente por el presidente francés Emmanuel Macron para encabezar un gabinete de coalición, enfrenta el desafío de unificar un legislativo dividido tras los comicios de julio, donde ninguna fuerza obtuvo mayoría absoluta. La reunión se centrará en discutir el programa de gobierno, incluyendo medidas para controlar el déficit presupuestario y reformas en áreas como la inmigración y la seguridad social.
El primer ministro ha subrayado la urgencia de un acuerdo amplio para evitar un colapso que podría derivar en la disolución de la Asamblea Nacional. Representantes de Los Republicanos, el partido de Barnier, así como de Renaissance (el grupo de Macron), socialistas y otros bloques de centro y derecha, han sido invitados. Sin embargo, el Nuevo Frente Popular de izquierda y la Agrupación Nacional de extrema derecha han expresado escepticismo, con algunos amenazando con votar en contra de la confianza si no se atienden sus demandas, como el rechazo a recortes en pensiones o aumentos en impuestos.
Macron ha respaldado la iniciativa de Barnier, afirmando que es esencial para restaurar la gobernabilidad y enfrentar retos económicos como la inflación y la deuda pública. La moción de confianza está programada para la próxima semana, y su fracaso podría obligar a nuevas elecciones o a una reconfiguración del ejecutivo. Analistas destacan que este encuentro representa un último esfuerzo por lograr consenso en un panorama marcado por divisiones ideológicas profundas, con implicaciones para la estabilidad de Francia en la Unión Europea.