
El gobierno chino expresó su desaprobación este jueves por la visita de un senador de Estados Unidos a Taiwán, argumentando que esta acción socava la soberanía de China y viola el principio de una sola China. El Ministerio de Asuntos Exteriores chino emitió un comunicado en el que condena el viaje del senador Marco Rubio, quien se reunió con funcionarios taiwaneses para discutir temas de cooperación en tecnología y defensa. La portavoz del ministerio, Mao Ning, declaró en una conferencia de prensa que tales visitas envían señales equivocadas a las fuerzas independentistas en Taiwán y complican las relaciones a través del Estrecho.
China reiteró que Taiwán es parte inalienable de su territorio y urgió a Estados Unidos a cesar cualquier forma de interacción oficial con la isla, en cumplimiento de los acuerdos bilaterales establecidos. Rubio, durante su estancia, elogió el modelo democrático de Taiwán y abogó por un mayor apoyo estadounidense ante las presiones de Pekín, aunque evitó compromisos específicos. El comunicado chino advirtió que tomará medidas firmes para defender sus intereses centrales, sin detallar acciones concretas, pero mencionando posibles repercusiones en las relaciones sino-estadounidenses.
Esta crítica se produce en un momento de tensiones elevadas, con ejercicios militares chinos alrededor de Taiwán y debates en el Congreso de Estados Unidos sobre legislación para fortalecer los lazos con la isla. Taiwán, por su parte, dio la bienvenida a la visita, viéndola como un gesto de solidaridad internacional frente a las amenazas de reunificación forzada. Analistas chinos sugieren que el incidente podría llevar a un aumento en las patrullas navales y aéreas en la región, como respuesta a lo que perciben como provocaciones.
Estados Unidos ha mantenido una política de ambigüedad estratégica respecto a Taiwán, proporcionando armas defensivas pero sin reconocer formalmente su independencia. Hasta ahora, no ha habido respuesta oficial de Washington al comunicado chino, aunque funcionarios estadounidenses han defendido el derecho a visitas no oficiales. El Ministerio de Asuntos Exteriores chino concluyó instando a todas las partes a respetar el statu quo para mantener la estabilidad en Asia-Pacífico.
