
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) emitió este miércoles una advertencia acerca de la escasez mundial de docentes, destacando que esta problemática afecta la calidad de la enseñanza en numerosos países. En un informe difundido desde su sede en París, la UNESCO indicó que se requieren al menos 44 millones de profesores adicionales para cubrir las necesidades educativas primarias y secundarias a nivel global, según proyecciones hasta 2030. El documento atribuye esta deficiencia a factores como el envejecimiento de la fuerza laboral docente, bajas tasas de retención debido a salarios insuficientes y condiciones laborales precarias, así como el impacto de la pandemia de COVID-19 que exacerbó las brechas.
La directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, subrayó en una declaración que «sin maestros suficientes y calificados, el derecho a la educación se ve comprometido, especialmente en regiones en desarrollo». El reporte identifica a África subsahariana y el sur de Asia como las áreas más afectadas, donde la ratio de alumnos por profesor supera los estándares recomendados, lo que resulta en aulas sobrecargadas y menor atención individualizada. La UNESCO insta a los gobiernos a invertir en formación docente, mejorar incentivos y promover la igualdad de género en la profesión, ya que las mujeres representan la mayoría pero enfrentan barreras adicionales.
Además, se menciona la necesidad de adoptar tecnologías educativas para mitigar la escasez, aunque no como sustituto de la presencia humana en las aulas. El informe se basa en datos recopilados de 140 países y forma parte de esfuerzos para monitorear los Objetivos de Desarrollo Sostenible, particularmente el relacionado con educación inclusiva. Azoulay llamó a una acción coordinada internacional, proponiendo conferencias globales para compartir mejores prácticas y movilizar recursos.
Hasta el momento, varios países han respondido comprometiéndose a revisar sus políticas educativas, aunque se requiere un compromiso más amplio para abordar la crisis. La UNESCO planea actualizar el informe anualmente para rastrear progresos y ajustar recomendaciones según evolucione la situación. Esta alerta resalta la urgencia de actuar para garantizar que las generaciones futuras accedan a educación de calidad.
