La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) le puso un freno al empresario regiomontano Raúl Rocha Cantú, copropietario de Miss Universe Organization (MUO), al congelar sus cuentas bancarias. ¿La razón? Una investigación de la Fiscalía General de la República (FGR) lo vincula a una red criminal dedicada al tráfico de combustible, armas y drogas, un guion más oscuro que cualquier reality show.
Fuentes de La Jornada y El Universal revelaron que, aunque Rocha Cantú es testigo colaborador en el caso de la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada (FEMDO), sus activos están bloqueados. La pesquisa, que lleva un año, lo relaciona con 12 presuntos cómplices en delitos como narcotráfico, huachicol y lavado de dinero. Entre los operadores señalados están “Kevin”, Jacobo Reyes León y Jorge Alberts Ponce, quienes al parecer movían armas desde Guatemala escondidas en cargamentos de ropa y fayuca.
La UIF, que en 2024 congeló 5,110 cuentas de 316 sujetos, usó su poder para evitar movimientos financieros sospechosos. Rocha Cantú también estaría ligado a empresas de seguridad acusadas de blanquear dinero para grupos como La Unión y el Cártel Jalisco Nueva Generación, además de centros de distribución de huachicol en el Estado de México.
Su historial no ayuda: desde el ataque al Casino Royale en 2011, que dejó 52 muertos, hasta polémicas en Miss Universo tras comprar el 50% de MUO en 2024. Un video con Anne Jakkaphong, donde bromeaban sobre reglas de inclusión, y señalamientos de manipulación en certámenes solo avivan el fuego. ¿Declaraciones públicas? Ni una. Mientras, la FGR afila una posible orden de aprehensión. Esto está más enredado que un chisme de pasillo.