El mandatario paraguayo Santiago Peña ha concretado varios convenios con Estados Unidos en ámbitos sensibles, pero sin ofrecer detalles ni justificaciones al público. Esta práctica genera interrogantes sobre la transparencia en las relaciones exteriores del país, especialmente en temas de seguridad y cooperación bilateral. Fuentes oficiales indican que los pactos incluyen compromisos en materia de inteligencia, combate al crimen organizado y apoyo económico, firmados durante visitas de delegaciones estadounidenses a Asunción.
Sin embargo, Peña ha evitado pronunciarse sobre el contenido preciso de estos documentos, limitándose a declaraciones generales sobre el fortalecimiento de lazos con Washington. Opositores y analistas critican esta opacidad, argumentando que tales acuerdos podrían comprometer la autonomía nacional sin un debate previo en el Congreso o la sociedad. «Es una diplomacia oscura que deja al pueblo a ciegas», ha manifestado un legislador de la oposición, exigiendo mayor rendición de cuentas.
El contexto se enmarca en un aumento de la influencia estadounidense en la región, con énfasis en la lucha contra el narcotráfico y la corrupción. Peña, por su parte, defiende que estos pasos benefician a Paraguay, aunque sin especificar cómo se implementarán ni qué contrapartidas se otorgan. Esta situación pone de relieve tensiones internas, donde la falta de información alimenta especulaciones y desconfianza hacia el gobierno.
Expertos sugieren que, sin claridad, estos convenios podrían generar controversias a futuro en el panorama político paraguayo.