¡Alarma en Oriente Próximo! Este viernes, Egipto, Catar y seis países de mayoría musulmana expresaron su “profunda preocupación” por el anuncio de Israel de abrir un paso fronterizo unidireccional en Rafah, al sur de la Franja de Gaza, solo para que los palestinos salgan hacia Egipto. En una declaración conjunta, los ministros de Relaciones Exteriores de Indonesia, Jordania, Pakistán, Arabia Saudita, Turquía y Emiratos Árabes Unidos se unieron al rechazo.
“Nos oponemos rotundamente a cualquier intento de sacar al pueblo palestino de su territorio”, afirmaron los cancilleres, dejando claro que no tolerarán que se obligue a los residentes de Gaza a abandonar su hogar como si fueran turistas no deseados. Exigieron que el cruce de Rafah opere en ambas direcciones, alineándose con el plan de paz del presidente estadounidense Donald Trump, quien parece estar jugando de árbitro en este partido geopolítico.
Israel anunció el miércoles que reabrirá “en los próximos días” el paso, pero solo para salidas, según el COGAT, organismo del Ministerio de Defensa que supervisa actividades civiles en los Territorios Palestinos. Egipto desmintió haber aceptado esta medida unilateral y subrayó que el cruce debe ser bidireccional. Aunque la reapertura forma parte del plan de paz y es reclamada por la ONU y organizaciones humanitarias, Israel ha retrasado su implementación desde el cese al fuego del 10 de octubre, argumentando que Hamás no ha devuelto todos los cuerpos de rehenes prometidos y que falta coordinación con Egipto.
¿Será este paso un puente hacia la paz o una puerta a más conflictos? La pelota está en el tejado de Israel, pero el reloj sigue corriendo.

