Gildardo López Astudillo, conocido como El Gil, supuesto cabecilla de Guerreros Unidos y uno de los principales señalados por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, afirmó ser objeto de tortura física y psicológica dentro del Centro Federal de Readaptación Social 12 “CPS” en Guanajuato, donde se encuentra encarcelado.
El acusado interpuso un juicio de amparo ante el Juzgado Primero de Distrito en Materia Penal en la Ciudad de México, denunciando actos de incomunicación, aislamiento, atentados contra la dignidad humana, integridad física y psicológica, así como tortura y tratos crueles. No obstante, el juez se declaró incompetente para conocer el caso, argumentando que los hechos denunciados tuvieron lugar fuera de la Ciudad de México, por lo que la responsabilidad recae en un juez con jurisdicción en Guanajuato.
El Juzgado Decimosegundo de Distrito en esa entidad también rechazó asumir la competencia, alegando que la demanda no surge de un proceso penal, sino que se basa en los supuestos del artículo 15 de la Ley de Amparo, y pidió que la demanda sea ratificada antes de emitir una resolución. Ahora, será un Tribunal Colegiado el encargado de determinar qué autoridad judicial debe analizar el asunto.
Antecedentes
López Astudillo fue aprehendido en 2015, acusado de ser uno de los responsables intelectuales de la desaparición de los normalistas. Sus defensores demostraron que fue sometido a tortura para confesar su implicación, lo que llevó a su liberación cuatro años más tarde. La FGR apeló esa resolución y solicitó su recaptura.
En 2024, El Gil fue detenido nuevamente y vinculado a proceso por el delito de delincuencia organizada. En un inicio, fue recluido en el penal del Altiplano, ubicado en el Estado de México, antes de ser trasladado al CPS en Guanajuato.

