François Bayrou, quien asumió como primer ministro de Francia hace apenas unos días, expresó su optimismo respecto a la posibilidad de un giro inesperado que permita estabilizar el gobierno encabezado por Emmanuel Macron, en medio de la crisis política que atraviesa el país. En una entrevista con medios locales, Bayrou afirmó que “aún hay tiempo para un acuerdo de último momento” que evite la caída del Ejecutivo, refiriéndose a las intensas negociaciones con diferentes fuerzas políticas para formar una coalición viable. Subrayó que su rol es “unir a las partes” y que confía en la capacidad de diálogo para superar el impasse.
Esta declaración se produce tras la designación de Bayrou por parte de Macron, luego de que el anterior primer ministro, Michel Barnier, renunciara ante la imposibilidad de aprobar el presupuesto en la Asamblea Nacional. La situación se agravó después de las elecciones legislativas de julio, donde ninguna fuerza obtuvo mayoría absoluta, dejando al gobierno en minoría y expuesto a mociones de censura. Bayrou, líder del partido centrista MoDem y aliado histórico de Macron, indicó que está en contacto con representantes de la derecha, el centro y sectores moderados de la izquierda para buscar consensos.
“Francia necesita estabilidad, y creo que un pacto es posible antes de que sea demasiado tarde”, agregó, sin detallar plazos específicos. Mientras tanto, la oposición, incluyendo a La Francia Insumisa y la Agrupación Nacional, ha criticado la gestión de Macron y exigido elecciones anticipadas. Analistas políticos señalan que, de no lograrse un acuerdo, el presidente podría verse obligado a convocar nuevos comicios, lo que profundizaría la incertidumbre en el país.
Bayrou, de 73 años y con experiencia en cargos ministeriales previos, asumió el puesto con la misión explícita de evitar un colapso gubernamental. Su confianza en un “giro de último momento” refleja el esfuerzo por mantener la continuidad del mandato de Macron, que finaliza en 2027, en un contexto de desafíos económicos como la inflación y el déficit presupuestario. La Presidencia francesa no ha emitido comentarios adicionales, pero fuentes cercanas indican que Macron respalda plenamente la estrategia de Bayrou para negociar con los partidos y asegurar la gobernabilidad.