
Los gobiernos del Reino Unido, Francia y Alemania anunciaron la reactivación de sanciones impuestas por la ONU contra Irán, citando incumplimientos en sus compromisos nucleares. Esta medida fue implementada el miércoles 27 de agosto de 2025, como respuesta a reportes de que Irán ha excedido límites en enriquecimiento de uranio y ha restringido inspecciones internacionales. De acuerdo con un comunicado conjunto de los tres países, conocidos como el E3, la decisión invoca el mecanismo de «snapback» del acuerdo nuclear de 2015, conocido como JCPOA, que permite restablecer sanciones si se detectan violaciones.
Los líderes europeos expresaron que Irán ha ignorado repetidas advertencias y ha continuado expandiendo su programa nuclear, lo que representa un riesgo para la estabilidad regional. No se especificaron nuevas sanciones adicionales, pero las reactivadas incluyen restricciones en comercio de armas, tecnología y finanzas. Un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores británico declaró que esta acción es necesaria para presionar a Irán hacia el cumplimiento total del pacto.
«Hemos agotado las vías diplomáticas, y esta reactivación busca restaurar el equilibrio en el acuerdo», afirmó el funcionario, añadiendo que los países europeos siguen abiertos a negociaciones si Irán revierte sus pasos. Similarmente, representantes franceses y alemanes enfatizaron que la medida no cierra la puerta a diálogos, pero subraya la gravedad de las infracciones. La reactivación se produce en medio de tensiones crecientes, tras informes de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) que confirman que Irán ha acumulado uranio enriquecido por encima de los niveles permitidos y ha limitado el acceso de inspectores a instalaciones clave.
Fuentes diplomáticas indican que esta decisión podría llevar a una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU en las próximas semanas para discutir implicaciones globales. Irán, por su parte, rechazó la acción, calificándola como «injusta y motivada políticamente». Un funcionario del gobierno iraní en Teherán afirmó que su país ha actuado en respuesta a la retirada de Estados Unidos del JCPOA en 2018 y al fracaso de Europa en compensar las pérdidas económicas.
«Mantendremos nuestro derecho a la energía nuclear pacífica y responderemos proporcionalmente», declaró, sin detallar medidas específicas. Organizaciones internacionales han reaccionado con preocupación, con la ONU urgiendo a todas las partes a evitar escaladas y retomar conversaciones. Analistas sugieren que esta reactivación podría afectar mercados energéticos globales, dado el rol de Irán como productor de petróleo, y complicar esfuerzos por revivir el acuerdo nuclear.
En Europa, líderes han coordinado con aliados como Estados Unidos para una respuesta unificada, aunque no se han anunciado acciones conjuntas inmediatas. Este desarrollo marca un punto crítico en las relaciones con Irán, que ha visto múltiples rondas de negociaciones fallidas en los últimos años. Los países involucrados han indicado que monitorearán de cerca la respuesta de Irán y ajustarán estrategias según sea necesario, con énfasis en la no proliferación nuclear como prioridad.
La situación continúa evolucionando, con posibles impactos en la seguridad internacional.
