
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos reveló un nuevo grupo de sanciones dirigidas a una red internacional que apoya financieramente al régimen de Corea del Norte, con el objetivo de interrumpir sus actividades ilícitas. Este anuncio se realizó el martes 26 de agosto de 2025, como parte de esfuerzos continuos para presionar a Pyongyang y limitar su acceso a fondos que sustentan programas nucleares y de misiles. Según el comunicado oficial, las penalizaciones afectan a 12 entidades y individuos, incluyendo empresas basadas en Rusia, China y el sudeste asiático, acusadas de facilitar transferencias monetarias y comercio encubierto que evaden restricciones internacionales.
Entre los sancionados se encuentran firmas comerciales que han canalizado millones de dólares a través de bancos extranjeros, permitiendo a Corea del Norte adquirir tecnología y bienes prohibidos. No se especificaron montos exactos incautados, pero se congelaron activos en jurisdicciones cooperantes y se prohibieron transacciones con ciudadanos estadounidenses. Las medidas se basan en evidencias de inteligencia que vinculan a la red con operaciones de lavado de dinero y exportaciones de carbón y mano de obra norcoreana.
Un alto funcionario del Tesoro declaró que estas sanciones buscan desmantelar las vías financieras que sostienen las ambiciones armamentísticas del régimen. «Estamos comprometidos con una aplicación estricta para aislar económicamente a Corea del Norte y promover su desnuclearización», afirmó el representante, destacando que la red ha operado bajo fachadas legítimas para eludir detección. El anuncio coincide con reportes de pruebas de misiles recientes por parte de Pyongyang, lo que ha elevado tensiones en la península coreana.
La red sancionada incluye a un empresario ruso identificado como facilitador clave, junto con compañías chinas que han mediado en ventas de productos electrónicos y metales. Fuentes indican que estas entidades han generado cientos de millones en ingresos para el régimen desde 2020, violando resoluciones de la ONU que prohíben tales actividades. Analistas sugieren que las penalizaciones podrían forzar a Corea del Norte a buscar rutas alternativas, aunque podrían no detener completamente el flujo de fondos sin cooperación global ampliada.
Países aliados como Corea del Sur y Japón han respaldado las medidas, con Seúl emitiendo un comunicado que las califica como un paso vital para la seguridad regional. En contraste, representantes rusos y chinos han criticado las sanciones como unilaterales, argumentando que complican diálogos diplomáticos y afectan economías legítimas. Organizaciones internacionales, como el Panel de Expertos de la ONU sobre Corea del Norte, han proporcionado datos que respaldan las acciones estadounidenses, confirmando patrones de evasión en la red.
Este paquete se suma a sanciones previas impuestas en 2024, que han impactado sectores como la cibernética y el criptoactivos utilizados por hackers norcoreanos. El Tesoro ha indicado que monitoreará el cumplimiento y podría expandir las listas si se detectan nuevas violaciones. Mientras tanto, esfuerzos diplomáticos continúan, con llamados a negociaciones que incluyan incentivos para que Corea del Norte abandone sus programas prohibidos.
La situación se mantiene bajo vigilancia, con posibles actualizaciones si surgen respuestas del régimen.
