¡Fuerzas federales y estatales pegan duro al narcotráfico! El pasado 1 de diciembre, operativos coordinados en Sinaloa, como parte de la Estrategia Nacional de Seguridad, resultaron en una afectación económica de 113 millones de pesos a organizaciones criminales. Elementos del Ejército Mexicano, junto a otras corporaciones, desmantelaron siete centros de concentración de precursores químicos en Culiacán y Cosalá, decomisando 5 mil 650 litros de sustancias químicas, un reactor de síntesis orgánica y dos condensadores usados para fabricar drogas sintéticas.
Los trabajos, centrados en diversos poblados de la región, fueron destacados por las autoridades como el golpe más significativo del día. Pero Sinaloa no fue el único frente de batalla. En seis estados más se realizaron acciones relevantes: en Baja California, arrestaron a tres personas y aseguraron armas y un vehículo; en Chihuahua, un cateo en Santa Bárbara dejó cinco armas largas, una ametralladora, 3 mil 63 cartuchos y 20 kilos de marihuana; en el Estado de México, detuvieron a una persona por extorsión en Cuautitlán Izcalli; en Guerrero, cayeron tres en Acapulco con droga y una moto; en Oaxaca, una detención en Juchitán con metanfetamina; y en Veracruz, aseguraron armas, cartuchos y un vehículo en Pánuco.
Estas operaciones involucraron a la Secretaría de Marina, el Ejército, la Guardia Nacional, la FGR y corporaciones locales. Aunque los decomisos en otros estados son notables, Sinaloa se llevó los reflectores por el impacto económico a las redes delictivas. ¿Será este el inicio de una ofensiva sostenida o solo un golpe pasajero? Esto pinta más intenso que un capítulo de serie de acción, y las autoridades prometen no bajar la guardia.