
¡El combustible de la corrupción sigue ardiendo! El capitán de navío Humberto Enrique L. A., detenido por el caso de “huachicol fiscal”, una red de contrabando de combustible, se quedó sin su salvavidas financiero. Este 3 de diciembre, el juez Juan Mateo Brieba de Castro determinó no descongelar sus cuentas bancarias, al no acreditar el interés jurídico necesario para obtener una medida cautelar. La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda sigue en pie con sus acciones.
Humberto Enrique, exdirector de supervisión de Aduanas Marítimas, es acusado de simular revisiones a buquetanques usando documentos falsos, lo que le habría generado más de 13.5 millones de pesos entre 2020 y 2024. Sus ingresos no cuadran con su actividad, y ahora está recluido en el penal de máxima seguridad El Altiplano, en el Estado de México. Es uno de los 14 detenidos en este escándalo, junto a figuras como José “N”, supuesto operador financiero; Héctor Manuel “N”, ligado a empresas clave; Francisco Javier “N”, exdirector administrativo de ASIPONA Tampico; y Manuel Roberto Farías Laguna, vicealmirante de la Semar y sobrino político del exsecretario José Rafael Ojeda Durán.
La presidenta Claudia Sheinbaum, en conferencias pasadas, explicó que el “huachicol fiscal” explota permisos temporales de importación para introducir sustancias que se venden en el mercado nacional tras transformaciones dudosas. En octubre, señaló que incluso empresarios de Estados Unidos están involucrados. ¿Será este caso un tanque lleno de justicia o solo una gota en el océano de la corrupción? Esto huele más a gasolina que a final feliz.
