El Senado experimenta un día caracterizado por la incertidumbre debido a la eventualidad de un cambio en la Fiscalía General de la República (FGR), tras la difusión de informaciones acerca de la supuesta dimisión de Alejandro Gertz Manero. La sesión ordinaria, convocada de manera imprevista, entró en receso este jueves, con la indicación de que las labores se retomarán a las 14:30 horas.
Esta circunstancia provocó descontento entre los legisladores. Claudia Anaya, integrante de la Mesa Directiva, reprobó que el orden del día no fuera debatido ni autorizado en la junta preparatoria acostumbrada. Indicó que la Mesa no realizó su sesión matutina y que el documento distribuido para la sesión carece de aprobación oficial. Además, denunció anomalías en el tratamiento de la información por parte de la presidencia del órgano legislativo.
Anaya manifestó que no existe notificación formal sobre alguna carta de renuncia del fiscal general y argumentó que, en caso de haberla, tendría que haberse expuesto ante el pleno según el reglamento. Agregó que la Mesa Directiva no tiene la facultad de retener documentos y que toda comunicación oficial debe ser remitida y divulgada públicamente.
Justo antes del receso, la presidenta de la Mesa Directiva admitió que no se llevó a cabo la reunión previa ni se alcanzaron consensos para conformar el orden del día. Esto intensificó las conjeturas en el interior del recinto legislativo.
En los corredores del Senado se propaga la información de que la Cámara habría remitido un mensaje a la Presidencia de la República apuntando a presuntos incumplimientos de Gertz Manero en temas de información, lo cual podría abrir la puerta a su destitución. Por el momento, ninguna instancia ha validado de forma oficial estos apuntes.
Entretanto, el Senado se mantiene en expectativa de resoluciones, en un contexto dominado por fricciones y relatos contradictorios respecto al porvenir inmediato de la Fiscalía General.