
¡Cuidado, que las sospechas de infidelidad pueden ser un terremoto emocional! Una duda sobre la lealtad de tu pareja puede convertir tu vida en un drama digno de streaming, pero los expertos en psicología y bienestar emocional tienen algunas pistas para no volverte loco. Reconocer las señales y distinguir entre paranoias y hechos reales es clave para no hacer una tormenta en un vaso de agua.
La Dra. Brenda Ramos, en un análisis para Alianza Puerto Rico, explica que las sospechas pueden venir de observaciones concretas o de ese “presentimiento” que no te deja dormir. “No siempre es real, pero tampoco lo ignores”, advierte. César Lozano y otros especialistas señalan tres comportamientos recurrentes en casos de infidelidad, aunque no los detallan aquí. La idea es que notes cambios en la rutina diaria, pero ojo: una sola señal no es prueba de nada. Hay que ver la frecuencia y cómo se combinan esos detalles.
El torbellino emocional que trae una sospecha puede ser brutal. Ramos sugiere primero checar si tus miedos son por hechos o inseguridades personales. La ansiedad y el miedo crecen con la incertidumbre, así que recomienda hablar con tu pareja en un momento tranquilo, sin presiones. Usar frases como “he notado que estamos distantes” y practicar la escucha activa ayuda a abrir el diálogo sin que termine en grito y sombrerazo.
Si la duda no se despeja, la terapia de pareja o el apoyo psicológico individual pueden ser un salvavidas. Dan herramientas para manejar el impacto, analizar la relación con cabeza fría y decidir qué camino tomar. ¿Sospechas de un engaño? Respira hondo, observa y habla antes de que tu imaginación arme una novela. Esto no es un reality, pero merece tu mejor estrategia.
