El ejército de Israel confirmó que sus soldados están realizando operaciones continuas, tanto de día como de noche, en todos los frentes de enfrentamiento, tras un asalto ejecutado por un grupo comando en las proximidades de Damasco, Siria. Esta declaración se emitió el jueves 28 de agosto de 2025, en medio de una escalada de tensiones regionales que involucra múltiples zonas de conflicto. De acuerdo con un comunicado oficial del Ministerio de Defensa israelí, el asalto comando ocurrió durante la madrugada del miércoles, cuando una unidad especial infiltró territorio sirio para neutralizar un depósito de armas supuestamente vinculado a grupos armados.
La operación resultó en la destrucción del sitio objetivo, con reportes de explosiones y enfrentamientos que duraron varias horas. No se detallaron bajas en el lado israelí, pero fuentes sirias afirmaron que al menos cinco personas perdieron la vida y varias resultaron heridas en el incidente, incluyendo personal militar local. El ataque se llevó a cabo con apoyo aéreo y drones para cubrir la extracción de las tropas.
Un portavoz militar israelí declaró que estas acciones responden a amenazas inminentes contra la seguridad nacional. «Nuestras fuerzas operan sin interrupción en todos los frentes para proteger a nuestros ciudadanos y desmantelar redes hostiles», indicó el representante, añadiendo que el asalto cerca de Damasco forma parte de una estrategia más amplia para contrarrestar transferencias de armamento en la región. El funcionario enfatizó que las operaciones se extienden a fronteras con Líbano, Gaza y otros puntos calientes, involucrando patrullas, inteligencia y strikes preventivos.
El gobierno sirio condenó el asalto como una «agresión flagrante» y una violación de su soberanía, exigiendo una respuesta de la comunidad internacional. Un comunicado de Damasco describió el incidente como un acto de guerra que podría desencadenar repercusiones mayores, y reportó daños en infraestructuras civiles cercanas al sitio atacado. Medios estatales sirios publicaron imágenes de los escombros, alegando que el objetivo era un almacén no militar, aunque Israel rechazó estas afirmaciones, insistiendo en que se trataba de un centro de logística para misiles.
Organizaciones internacionales, como la ONU, han expresado preocupación por la intensificación de las hostilidades, urgiendo a todas las partes a ejercer moderación y retomar diálogos diplomáticos. En un informe preliminar, observadores indicaron que el asalto podría relacionarse con movimientos recientes de milicias respaldadas por Irán en la zona, aunque no se han confirmado vínculos directos. Analistas regionales sugieren que esta operación refleja un patrón de acciones preventivas por parte de Israel para mitigar riesgos de escalada, especialmente en un contexto de inestabilidad en Oriente Medio.
En Israel, líderes políticos han respaldado las operaciones, destacando la necesidad de vigilancia constante. Mientras tanto, en Siria, se han reportado movilizaciones de tropas en respuesta, con alertas elevadas en áreas fronterizas. La situación continúa siendo monitoreada de cerca por aliados internacionales, con posibles discusiones en el Consejo de Seguridad de la ONU para abordar las implicaciones.
Las fuerzas israelíes han reiterado su compromiso con operaciones ininterrumpidas, y se esperan actualizaciones sobre desarrollos adicionales en los frentes activos.