El presidente de Líbano, Joseph Aoun, ha puesto fecha para el próximo capítulo de la telenovela diplomática con Israel: el 19 de diciembre. Tras una primera ronda de charlas este miércoles que, según él, no fue un éxito rotundo pero sí un calentamiento decente, Aoun ve luz al final del túnel. “Es normal que la primera sesión no fuera muy productiva”, dijo, según el ministro de Información, Paul Morcos, tras una reunión de gabinete.
Las reacciones a este encuentro inicial, el primero en décadas entre civiles de ambos lados, fueron “positivas”, aseguró Aoun, quien insiste en que estas negociaciones son para evitar una “segunda guerra”. Nada de espadas, solo palabras: el presidente libanés quiere que prevalezca el lenguaje de la negociación y no el de los misiles, y dejó claro que no cederá ni un milímetro de la soberanía de Líbano. “No hay otra opción que negociar. Así lo enseña la historia”, afirmó, como un profesor de diplomacia con un café en la mano.
Esto llega tras el primer aniversario del frágil alto el fuego con Hezbolá, del 27 de noviembre de 2024, que frenó más de un año de hostilidades desatadas por ataques del grupo en apoyo a Hamás. Aunque la tregua sigue en pie, Israel sigue bombardeando Líbano, alegando que no dejará que Hezbolá recargue pilas. Mientras, Beirut planea que su ejército desmantele las estructuras militares de Hezbolá al sur del río Litani antes de fin de año, y luego en todo el país.
Aoun se reunirá este viernes con miembros del Consejo de Seguridad de la ONU y la enviada estadounidense Morgan Ortagus para pedir apoyo. ¿Será este el inicio de la paz o solo un intermedio? Esto tiene más suspense que un final de temporada.