Emmanuel Macron y Friedrich Merz están con los nervios de punta, como si hubieran visto un fantasma en el mapa de Europa. Según una filtración de Spiegel sobre una llamada confidencial con Volodímir Zelenski, el presidente francés teme que Estados Unidos entregue a Ucrania en bandeja de plata a Rusia, sin garantías de seguridad claras. Merz, más directo, advirtió que los negociadores yankis están jugando a las escondidas con territorios.
El drama crece porque Donald Trump y su equipo están tejiendo un plan de paz que parece un trueque dudoso. El borrador sugiere que Ucrania ceda territorios no conquistados por Rusia desde 2022 a cambio de “medidas de seguridad” vagas, pero sin prometer un pase VIP a la OTAN. Los enviados de Trump, Steve Witkoff y Jared Kushner, charlaron cinco horas con Vladimir Putin, quien se mostró optimista. Trump, radiante, dijo que el encuentro fue “muy bueno”. Sin embargo, Rusia sigue avanzando en el este de Ucrania como un bulldozer hambriento.
En Florida, los estadounidenses se reunieron por tercera vez en dos semanas con el negociador ucraniano Rustem Umerov. Zelenski exige saber todo lo platicado en Moscú y busca una “paz digna”. Mientras, Putin, en una entrevista con India Today antes de ir a Nueva Delhi, amenazó con tomar el Dombás por la fuerza si Ucrania no se retira, algo que Kiev rechaza de plano.
En Europa, la Comisión Europea quiere usar 90,000 millones de euros de activos rusos congelados para ayudar a Ucrania, pero Moscú promete una reacción “dura”. Macron y Merz miran de reojo a Trump, preguntándose si esto es diplomacia o un mal episodio de reality show internacional.