
Nicolás Maduro, el presidente de Venezuela, dio a conocer este jueves la implementación de un despliegue que abarca fuerzas militares, policiales y civiles a lo largo de todo el territorio nacional, en un contexto marcado por el aumento de la presencia militar estadounidense en la región del Caribe.
Maduro, por cuya captura Estados Unidos ofrece una recompensa de 50 millones de dólares, mencionó la formación de 284 «frentes de batalla» distribuidos en el país, aunque omitió detalles sobre la cantidad de personal involucrado. Durante un evento realizado en Ciudad Caribia, una urbanización ubicada en las montañas de la costa central y próxima a Caracas, el líder agregó que «nos vamos al combate por la paz».
«Estamos preparados para la lucha armada, si fuese necesario», manifestó el mandatario, quien estuvo acompañado por su ministro de Defensa, general Vladimir Padrino, y otros altos funcionarios. «En este momento, de todas las costas venezolanas, desde la frontera con Colombia, desde el Oriente del país, de norte a sur y de este a oeste, tenemos todo un equipamiento de tropas», añadió Maduro. Este representa el anuncio más significativo de un despliegue militar en periodos recientes.
En comparación, en mayo del 2008, el entonces presidente Hugo Chávez dispuso el traslado de tropas, tanques y aeronaves de combate hacia la frontera con Colombia. Por su parte, el Gobierno de Estados Unidos ha autorizado el envío de un contingente militar al sur del Caribe, argumentando que se trata de acciones contra los carteles dedicados al tráfico de drogas.
La semana anterior, un operativo militar estadounidense en el Caribe resultó en la muerte de 11 individuos y el hundimiento de una embarcación originaria de Venezuela, la cual, de acuerdo con el presidente Donald Trump, llevaba narcóticos ilegales. No obstante, el gobierno estadounidense ha ofrecido limitada información sobre el suceso, incluso ante las demandas de integrantes del Congreso de ese país. Maduro afirma que Washington busca derrocarlo del poder.
En una emisión simultánea desde diversos lugares del país, la televisión estatal transmitió aproximadamente desde las 5 y media de la mañana a la vicepresidente, Delcy Rodríguez, ubicada en el estado Sucre; y al ministro del Interior, Diosdado Cabello, desde Falcón, en el extremo noroccidental de Venezuela, donde indicaron que el despliegue incorpora al ejército y a la armada.
Cabello se encontraba en Amuay, una de las refinerías de mayor tamaño en el país, vestido con uniforme militar y rodeado de otros efectivos armados con fusiles. La vicepresidente explicó que el objetivo es proteger en todo el territorio la «infraestructura vital», las rutas de comunicación y los servicios públicos. El Gobierno había intensificado la presencia de tropas desde el fin de semana en cinco estados costeros de la fachada caribeña y atlántica venezolana, como componente de las operaciones contra el narcotráfico.
