¡Se acabaron los desarmaderos clandestinos! La Fiscalía General de Justicia y la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la CDMX, en un operativo digno de película de acción, aseguraron mil 863 toneladas de autopartes durante la Operación Cazador. Este golpe contra el robo de vehículos, motos y la venta ilegal de refacciones se llevó a cabo entre el 12 y el 27 de noviembre, con 20 cateos en inmuebles sospechosos de ser centros de desmantelamiento.
Los mayores decomisos ocurrieron en Cuauhtémoc e Iztapalapa. En la colonia Morelos, Cuauhtémoc, cayeron mil toneladas de piezas, mientras que en Exhipódromo de Peralvillo fueron 500 toneladas más. Iztapalapa no se quedó atrás, con 20 toneladas aseguradas en Ampliación Santa María Aztahuacán. Es como si hubieran encontrado un supermercado de autopartes robadas, pero sin descuentos ni garantía. Los inmuebles quedaron bajo resguardo policial y las pruebas en manos del Ministerio Público para seguir las investigaciones.
El operativo, apoyado por la Secretaría de Marina, Guardia Nacional y Secretaría de la Defensa Nacional, se coordinó con estricto respeto a los derechos humanos. Además, el Instituto de Verificación Administrativa realizó 10 revisiones a comercios para asegurar que no fueran fachadas de operaciones ilegales. Esto se suma a la Operación Fortaleza de septiembre, donde en 13 cateos en Iztapalapa, Cuauhtémoc y Gustavo A. Madero se aseguraron 11 mil 524 toneladas de autopartes y se detuvieron a tres sujetos.
Clara Brugada, jefa de Gobierno, ha impulsado una estrategia integral desde inicios de año con arcos detectores, dispositivos de rastreo y tecnología biométrica para frenar este delito que afecta tanto la seguridad como el mercado automotriz legal. ¿Será este el fin de los talleres clandestinos o solo un alto en el camino? La CDMX sigue afinando motores contra el crimen.