
¡El telón final ha caído! Silvia Pinal Hidalgo, la icónica actriz, conductora, productora y política, conocida como la “última gran diva del cine de oro mexicano”, falleció el 28 de noviembre de 2024 a los 93 años. Nacida en Guaymas, Sonora, su partida se debió a complicaciones por neumonía, dejando un vacío más grande que un set de filmación abandonado.
Musa de genios como Diego Rivera y Luis Buñuel, sus restos fueron cremados y colocados en una urna con forma de corazón en su cripta familiar en el Panteón Jardín de la Ciudad de México. El 30 de noviembre, un homenaje póstumo de cuerpo presente en el Palacio de Bellas Artes reunió a sus seres queridos, quienes celebraron su legado con lágrimas y aplausos.
Alejandra Guzmán, su hija, rompió el silencio en redes por el primer aniversario luctuoso con un emotivo “Te extraño, gigante y espectacular”, junto a una foto de un altar en su honor. En el homenaje, Guzmán habló con el corazón en la mano, destacando el cariño de México y el mundo hacia su madre. “Siempre voy a tenerla en mi corazón, nos enseñó magia y arte, esa es la mejor herencia”, dijo, asegurando que Silvia se fue en paz, sin pesares, tras una vida plena.
La cantante alabó la lucha y profesionalismo de Pinal, llamándola una reina inalcanzable, una madre que amó el escenario con entrega total. Aunque rumores sobre la herencia de la diva siguen flotando como guion de telenovela, el legado de Silvia Pinal queda intacto: una casta de arte y pasión que ni el tiempo podrá borrar. ¡Descansa, diva, el aplauso sigue resonando!
