¡Cuidar el hígado está en auge! Con el aumento de casos de hígado graso, la búsqueda de estrategias complementarias ha crecido. Según la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH), ciertos suplementos nutricionales pueden ser beneficiosos como apoyo dentro de un tratamiento integral, siempre combinados con una dieta saludable. Aquí te presentamos algunos con respaldo científico para mejorar la salud hepática.
1. **Omega 3 (Ácidos grasos poliinsaturados):** Ayudan a reducir la grasa hepática y los triglicéridos. Fuentes: aceite de pescado y linaza.
2. **Vitamina E:** En pacientes no diabéticos con esteatohepatitis no alcohólica, sus efectos antioxidantes pueden beneficiar el hígado, pero solo bajo prescripción médica por riesgos en dosis altas.
3. **Silimarina (Cardo mariano):** Sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias protegen y regeneran células hepáticas.
4. **Café (Extracto o consumo moderado sin azúcar):** Estudios de la AEEH y el NIDDK asocian 2-3 tazas diarias (200-300 ml cada una) de café filtrado con menor acumulación de grasa y riesgo de fibrosis hepática, gracias a sus antioxidantes.
5. **Probióticos:** Mejoran la microbiota intestinal, reduciendo inflamación hepática y mejorando el metabolismo de lípidos.
6. **Vitamina D:** Útil en casos de deficiencia, bajo supervisión médica, para apoyar la salud hepática.
Estos suplementos no reemplazan tratamientos ni hábitos saludables y deben usarse bajo supervisión médica, especialmente si tomas medicamentos, ya que pueden interactuar o ser contraproducentes. Consulta a un especialista antes de incorporarlos.
¿Listo para apoyar tu hígado con ciencia y precaución? Esto pinta como un complemento prometedor, pero solo con el visto bueno de un experto.