
Donald Trump, quien no pierde oportunidad de apodar a Biden “Joe el Dormilón”, se robó el show el martes al parecer luchar por no dormirse en una reunión de gabinete. A sus 79 años, el presidente más longevo electo en la historia de EE. UU. fue pillado cerrando los ojos mientras su equipo lo llenaba de halagos frente a las cámaras.
La Casa Blanca salió al quite con guantes de boxeo. La secretaria de prensa, Karoline Leavitt, negó que Trump estuviera echando una siesta, insistiendo en que “escuchó atentamente” y dirigió la maratónica reunión de tres horas. Incluso destacó un momento “épico” al final, cuando Trump arremetió contra inmigrantes somalíes. Pero las imágenes no mienten: Trump parecía desconectado, incluso mientras Marco Rubio, a su lado, lo llamaba el “único líder mundial” capaz de acabar la guerra en Ucrania. Esto, apenas un mes después de otro episodio similar en el Despacho Oval sobre precios de medicamentos.
La salud de Trump está bajo lupa tras un artículo de The New York Times que señaló menos eventos públicos y horas de trabajo comparado con su primer mandato. Él lo llamó “difamatorio”, mientras Leavitt mostró artículos pasados minimizando la salud de Biden. Trump, ante periodistas, desestimó dudas sobre su energía, jurando estar “más lúcido que hace 25 años” y haber pasado una prueba cognitiva. Su médico también aseguró que un chequeo reciente mostró una salud cardiovascular “excelente”.
Aun así, los comediantes no lo dejaron pasar. Jimmy Kimmel, en ABC, se burló mostrando las imágenes y preguntando: “¿Nos cuentas otra vez lo de Joe el Dormilón?”. En redes, usuarios especulan si Trump está agotado tras más de 160 publicaciones en Truth Social. ¿Será que el rey de las burlas necesita una siesta presidencial?
