
¡Washington se viste de mediador! Donald Trump reunirá este jueves a los presidentes de Ruanda y la República Democrática del Congo (RD Congo) en la Casa Blanca para firmar un acuerdo de paz y económico. Esto, meses después de que un pacto previo negociado por EE. UU. en junio no lograra apagar el fuego de la violencia en el este de RD Congo, una zona fronteriza cargada de recursos naturales y tres décadas de conflicto.
La portavoz Karoline Leavitt anunció el evento como “histórico”, con Trump recibiendo a ambos mandatarios para sellar el trato que él mismo negoció. Desde la firma de junio con los ministros de Exteriores de ambos países, Trump ha presumido de “terminar guerras” en lugares como RD Congo. Pero, spoiler alert: la violencia no se detuvo, y no está claro cómo este nuevo acuerdo será diferente del anterior. ¿Más promesas o acción real?
El este de RD Congo, rico en minerales clave para tecnologías modernas, sigue siendo un polvorín. Cientos de miles han muerto en este conflicto interminable. La tensión escaló en enero cuando el grupo M23, apoyado por Ruanda, tomó ciudades como Goma y Bukavu. Ruanda, liderada por Paul Kagame, exige que RD Congo neutralice a las FDLR, un grupo hutu ligado al genocidio de 1994, antes de bajar las armas. Kagame acusó recientemente a Congo de retrasar la paz.
Trump, meanwhile, sueña con los minerales congoleños. Aunque las charlas de noviembre mostraron avances lentos, ambos países prometieron reducir tensiones. ¿Será esta cumbre un hito o solo otro capítulo de un drama sin fin? Esto tiene más intriga que un thriller político.
